PROFESIONALES Y COMERCIANTES

          Los funcionarios que más tiempo vivieron entre nosotros, fueron: Como Notarios, don Eloy Gómez Silió, don Fernando Jiménez Azcárate y don Valeriano de Castro García.- Como Registradores, don Gerardo Sáenz de Navarrete y Ruiz, y don Antonio Labella Dávalos.- Como Recaudadores de Contribuciones, don Sebastián Ruiz Alayeto y don Francisco Gonzalo Bergasa.

          Los abogados de la ciudad, fueron don Alejandro Gallego, don Javier Marín, don Valentín Zuazo Riaño, don José Maria Morrás Lacalle, don Roberto Gil Merino, y más recientemente, don Alfonso López Villalengua, don Celso Soto Fernández y don Eduardo Villanueva Barrios.

          Los procuradores de los tribunales, eran don Lucilo Gómez de la Peña y don Guillermo-Silviano Gil Martínez, que ejercieron durante muchísimos años, después fue don Antonio González Torres.

          Los médicos, don Gustavo Bueno Arnedillo, don Justino Prado Fernández, don Felipe Zuazo Arenas, don Julián Cantero, don Gregorio Arranz del Río, don Ángel Gabriel Sesma Quintana, don Alberto Manso Arévalo, don Eduardo Zuazo Martínez y don Fausto Vadillo Arnáez.-

          Los veterinarios que, vivieron muchísimos años y murieron aquí, son don Fortunato Quemada y don Manuel Lobato..

          En Telégrafos, estuvieron de jefes, don Máximo López Castilla, luego otro señor cuyo nombre no recuerdo que se apellidaba Cisneros y finalmente, Ceferino Tofé que, estuvo casi 50 años.

          Los jefes de Correos, fueron don Isidro Capellán, don Teodoro Zárate, y don Ángel Olmos.

          Dirigieron la Oficina de Teléfonos,  en aquellos tiempos en que el servicio de las operadoras era manual, puesto que no se había inventado el automático, doña Purificación Ruiz de la Cuesta y últimamente doña Ita Imaz.- 

          Los practicantes, se los repartieron en dos familias, don Celso Alonso, padre é hijo del mismo nombre, y don Saturnino, don Máximo y don José Antonio Valderrama.

          Don Francisco de Asís Ferrer Arce, de origen catalán, fue un gran hombre de empresa para la ciudad, pues creó la “Banca Ferrer”, así como un importante comercio de tejidos, que tuvo de empleados a don Olegario Ibáñez, don Aurelio Bustillo y don Ildefonso Sáez.

          Hubo una fábrica de boinas, propiedad de don Gregorio Roig, en la zona donde hoy está el bar Charlot y comercio de Manuel Bustillo y otra de don Pedro María Sáez de Pipaón, en la hoy llamada calle 12 de Mayo.

          También tuvieron comercio de tejidos, don Tomás del Solar, don César Marín .que le sucedieron sus hijos don Javier y don José Marín, don Eustasio Benito, don Pedro Arancón, don Aurelio Bustillo, don Silviano Arroyo, don Luzgerio Espinosa, así como Marcos Gil que, era sastre.

          Las farmacias, estuvieron regidas por don Vicente Prior, al que sucedió su hijo don Antonio Prior López, así como don Carlos del Barrio García, al que han sustituido los hermanos Prior Moltó.

          Existían dos almacenes de coloniales, propiedad de don José María Aguilar Sáez y don Benito Navas Madrigal.-

          Comercios de ultramarinos, de don Santiago Pozo –después traspasado a don Octavio Alonso-, don Benito Serrano, doña Carmen Navas, doña Silvina Merino, don Domingo Velasco y otros pequeños, pero muy populares, de “la Macrina”, “la Cecilia” y “La Ventosina”, entre otros, por no alargar el tema.

          Mercerías,  de doña Severina Ascorbe, doña María Jesús Moneo,  don Leonardo Miguel, don Ricardo Marín, don Jesús Suañez “el Zamorano” y el bazar X de don Eduardo Pérez.

Carnicerías, de don  Ángel Ascorbe, don Julián  Ochoa “El Grande”, al que sucedió su hijo don José María, don Arturo Espiga, don Luis García, don  Bautista Gómez, y  doña Eusebia Gil  “La Eusebita”.

          Pescaderías, de doña Petra Santa María a la que sustituyó su hija Purificación Arenas, doña Valvanera Robredo, doña Ángeles Vega, doña Blanca Palacios y más recientemente “Pescadería Manolo”.

          Panaderías, de don Canuto Mendi, don Julio Mendi, don Domingo Mendi, don Julio García “Carajillo” y Panadería Santo Domingo.

          Fábricas de Harinas, de don Máximo y Don Luis Vázquez y Don Julio García “Carajillo”.

           Zapaterías, de don Martín García “La Bota Grande”, don Julio Varona, don José Hueto y don Santiago García, al que sucedió su hijo don Antonio y don Martín Gordo “El Zapa”.-

          Ferreterías, de don Marceliano Batanero, don Honorato Vargas al que sucedió su hijo don Manuel Vargas, don Graciano Rioja al que sustituyó su hijo don Emilio Rioja, don Paulino Rioja “El Candado”, y mas recientemente, los hermanos Sáez.

          Fábrica de embutidos, fundada por don Indalecio Criales y luego propiedad de su hijo don Juan.

          Cafés y Bares, hubo numerosísimos, tantos, que la lista sería interminable, pero el de mas solera fue el Café Suizo, regido por los hermanos Domingo, Luis y Joviano Zárate.- Destacaba en la época, el bar Xauen, de don Benito Batanero.-

          Restaurantes, pasa igual que con cafés y bares pues son muchísimos, pero el mas destacado era “El Rincón de Emilio”

          Estaciones de Servicio,  de don Guillermo Pineda y don Plácido Riaño.

          Radio--Televisión.- Cuando aparecieron en el mercado las primeras televisiones, había dos establecimientos que las vendían: “Radio López” regentado por don Antonio López, concesionario de la firma “Marconi” y don Mariano San Millán, de la marca “Philips”.- En nuestra ciudad, tuvimos la suerte de ser los primeros de toda la Rioja, que teníamos señal en la pantalla de televisión.  Al principio eran en blanco y negro.  La imagen no era muy limpia y nítida, sino que aparecían una especie de “copos de nieve”, a pesar de tener instaladas en las casas, unas antenas altísimas.  Los célebres partidos del Real Madrid en la copa de Europa, los pudimos ver aceptablemente y  como en Logroño -capital- no tenían suficiente señal, venían aquí para contemplarlos-  Concretamente, a mi casa vinieron varias veces “Cholo Eizaga” de Radio Rioja y el cronista de deportes de dicha emisora.-

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