En aquellos tiempos, todavía ejercían los serenos, tan necesarios en su época, que se llamaban don Roque Blanco, que los dirigía, después fue don Cayo Serrano y finalmente don Vicente Navas; también estuvieron don Felipe Martínez, don Fortunato Ortega y don Damián Arenas.- La misión de estos señores, era la vigilancia de noche, al igual que de día lo hacían los alguaciles.- Paseaban por las calles y cuando el reloj daba las horas enteras, cantaban “a las diez y nublado” ó a las “diez y sereno”, para sin levantarnos de la cama, saber el tiempo que hacía.-
El encargado de obras, era Emilio Martínez “Cagalera” y a su jubilación, le sustituyó Ricardo Valgañón “El Majo” No había ningún obrero fijo.- La brigadilla de obras se componía de eventuales.- El sueldo medio de un administrativo era de siete pesetas diarias ó sea 210 pesetas al mes.
Hasta el año 1980 aproximadamente, ni el alcalde, ni los concejales, tenían sueldo o retribución alguna.- La comisión permanente, formada por el alcalde y los dos tenientes de alcalde, se reunían una vez a la semana y los plenos de la Corporación, se hacían una vez al mes.
En el mes de abril, se trasladaba a Madrid el alcalde con algún concejal, principalmente al Ministerio de Obras Públicas, para hacer la invitación a fiestas del Santo.- Había muy buena relación en dicho ministerio, debido al reciente patronazgo de nuestro santo, que fue el año 1939.- Por ello, era corriente que la misa y procesión de nuestro Patrono, la presidiera el Ministro de Obras Públicas ó en su defecto algún director general, principalmente el de carreteras ó ferrocarriles, y era fija, una representación muy numerosa de la cofradía de nuestro santo en dicho Ministerio, con su bandera al frente pues ponían un autovía especial para ellos.
Durante muchos años, estuvieron ejerciendo de secretarios del Ayuntamiento, don Víctor Miguel Zaldo Martínez y luego don Rufino Bombín Núñez, que se jubiló y murió en esta ciudad.- El aparejador municipal, era don Alfredo Poves Castresana.
Desde esta página, quiero felicitar a los últimos ayuntamientos, por su interés en revitalizar el casco antiguo de la población, que está quedando precioso. Les animo a seguir con ésa política, pues es la mejor labor que pueden hacer en su mandato.- La grandeza de una ciudad, se refleja en cómo tienen el casco viejo, ya que el nuevo no interesa a casi nadie.-
Hacia el año 1966, como agradecimiento por el gran número de favores prestados al Ayuntamiento, principalmente en la concesión del Parador Nacional de Turismo, se acordó por unanimidad nombrar hijos adoptivos de esta ciudad, a los siguientes señores:
DON VICENTE MORTES ALFONSO, ingeniero de caminos que fue director general de carreteras, Subsecretario del Ministerio de Obras Públicas y Ministro de la Vivienda.
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